domingo, 31 de diciembre de 2017

Mi cuento "Las profecías en el espejo" en EL RENDAR REVISTA LITERARIA


En el Nro 1, del Año 1 (Ojo, que hay un Nro 0) de EL RENDAR REVISTA LITERARIA; Federico Rudolph publica mi cuento "Las profecías en el espejo". La revista está en papel y en .pdf.


Pueden leerla acá.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Mi cuento "Donde habitan las almas de los muertos" en EL NARRATORIO 22


En la página 21 de EL NARRATORIO - ANTOLOGÍA LITERARIA DIGITAL AÑO 2/Nro 22 DICIEMBRE DE 2017, publican mi cuento "Donde habitan las almas de los muertos".

Pueden leerlo acá
o descargarlo acá

Donde habitan las almas de los muertos

¿Lograremos exterminar los indios?
Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar.
Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande.
Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño,
que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado.
Domingo Faustino Sarmiento,
Presidente de la República Argentina entre 1868 y 1874

Temprano en la mañana, Teneri jugaba en la tierra guadalosa y santa del Aguará. Detrás de él, bajo un toldo —un techo de pieles, carandilla y cardón, que cerraba el espacio entre dos talas— su madre colgaba las pertenencias usadas durante la noche, mientras amamantaba al último de sus hijos.
Al oriente, el cielo era triste y una neblina desdibujaba al inmenso Impenetrable. Los toldos dispersos trazaban un gran círculo alrededor de un claro muy amplio; bajo urundays, algarrobos y quebrachos; entre chañares y ucles. Sobre una loma baja, en el centro del descampado, un rancho hacía de templo
en el que habitaban Kasogonagá, el dueño de las tormentas; el Jesús que había llegado con los franciscanos y Pedro, karashe de los kom de la Reducción.
Al pie de la loma, un espacio abierto servía de pista en la que los mayores habían pasado la noche bailándole al trueno, para que trajera a los dioses de nuevo a la Tierra y les devolviera la vida a los indios mal muertos por los blancos. Eran más de mil y los había, también, de otros parajes, algunos mocovíes e, incluso, criollos correntinos y santiagueños. Estaban allí para rogar que Tata Dios
llevase a buen término la huelga de los dueños de la Tierra. (Continúa)