domingo, 2 de agosto de 2009

Cuidado

Mientras leés esto; alguien, detrás tuyo, apresta una daga para degollarte.

1 comentario:

Esteban Dublín dijo...

Es una maravilla este cuento. Creo que lo había visto en Ráfagas y Parpadeos.

Como siempre, es un placer leerte, Daniel.